El primer acuerdo de pago representa apenas el 4.6% del total calculado como pasivo de Mexicana
La fórmula de cálculo para el pago que acordaron extrabajadores de Mexicana de Aviación con autoridades federales se replicará en el resto del proceso de remuneración para los más de ocho mil afectados que dejó la quiebra de la aerolínea.
Este mecanismo, que implica el pago proporcional equivalente a tres meses de salario, más 20 días por año trabajado y 12 más al doble del salario mínimo vigente; así como la cláusula de jubilación de retiro, adquiere relevancia ya que será con el que se calcule el resto de los pagos, indicó Rafael Gutiérrez Barajas, presidente de la Delegación de Mexicana de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA).
En entrevista con A21, el representante de ASPA detalló que la primer dispersión de recursos acoradada con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS) el 16 de julio pasado, ya contempló los montos exactos que los extrabajadores y jubilados recibirán, a partir de la fórmula que se replicará en el resto de los pagos.
“Las cantidades ya están definidas en este saldo y porcentajes, de acuerdo a los contratos individuales y colectivos de cada trabajador y así se irá pagando. Si, por ejemplo, se vende el MRO en 500 millones de pesos, estos se repartirían con la fórmula que se firmó para repartir los 11.5 millones de dólares”, abundó Gutiérrez Barajas.
“Tuvimos ya una reunión de trabajo, estamos acelerando motores para que a la brevedad se lleve a cabo la junta del Comité Técnico en la que se le ordene al Fiduciario que empiece a pagar”, agregó.
De acuerdo con la forma de pago que definió el Comité Técnico del Fideicomiso 1200 Mexicana MRO será BBVA Bancomer la institución encargada de hacer el pago de las primeras liquidaciones, una vez que Banco Invex le transfiera el dinero por la venta de nueve aviones y 17 motores que formaban parte de los pasivos de Mexicana.
El primer acuerdo de pago sobre los 11.5 millones de pesos que se entregarán a los extrabajadores, apenas representa 4.6% de los cuatro mil 285 millones de pesos que fueron calculados como pasivos de Mexicana, desde su cierre en 2010.
El representante de ASPA recordó que los parámetros de pago establecidos originalmente en el Fideicomiso 1200 Mexicana MRO, conforme a la prelación de créditos de Mexicana, no satisfacían a las asociaciones gremiales de pilotos, sobrecargos, personal de tierra y jubilados.
Fue por eso que se abrió la negociación con las autoridades federales para redefinir la fórmula de pago, la cual fue aceptada y firmada en el acuerdo con la STyPS.
La ruta aún es larga
El proceso para la liquidación de los pasivos reconocidos de Mexicana continuará con el avalúo que Banorte hará del taller de mantenimiento MRO, según establecen las reglas del Fideicomiso, adelantó Gutiérrez Barajas.
El representante de ASPA acotó que la asociación sindical de pilotos realizará un avalúo paralelo “para tener la certeza de que el taller se venda en el precio adecuado”.
De acuerdo con estimaciones sobre el valor de taller de mantenimiento MRO, éste podría tener un costo de entre 50 y más de 100 millones de dólares, sin embargo, Gutiérrez Barajas reconoció que valuar este tipo de instalaciones implica un proceso complejo.
“Hay otros bienes que tienen que entrar al Fideicomiso de Mexicana, que estamos viendo con el síndico para que se haga la transferencia de esos bienes y de su venta, hablo de edificios, de la misma marca de Mexicana, se vendan y se reparta el dinero conforme a la fórmula”, indicó.
Parte del pasivo de la aerolínea incluye la marca y los slots, además de varios inmuebles como uno en avenida Balderas, otros en Guadalajara, Jalisco; el Centro de Adiestramiento de Tripulaciones, arrendamientos de edificios operativos en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, almacenes fiscales, bodegas de carga.
Gutiérrez Barajas agregó que, si bien existe premura por la venta de los pasivos, en el caso del taller de mantenimiento, si el procedimiento se extendiera, aseguró que el gobierno federal prometió que tendrá derecho de piso en el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, pues se trata de un negocio con contratos y licencias aeronáuticas vigentes.
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