Durante el fin de semana, la aerolínea australiana Qantas completó el servicio sin escala entre Nueva York-Sidney, vuelo comercial más largo del mundo con un tiempo de 19 horas y 16 minutos. Este viaje fue el primero de tres viajes de prueba sin escalas que forman parte del “Proyecto Sunrise”.
El vuelo AF7879, cubrió casi 10 mil millas (16.200 kilómetros), con 49 personas incluidos cinco pilotos, seis miembros de tripulación de cabina, un chef, reporteros, seis viajeros frecuentes y el director ejecutivo de la compañía, quienes viajaron a bordo de un Boeing 787-9 Dreamliner.
Cabe señalar que el Dreamliner utilizado era totalmente nuevo: Boeing lo envió desde su fábrica en Seattle a Nueva York, donde la aerolínea australiana lo recibió y lo operó en su vuelo de ultra largo alcance.
Con este viaje de prueba, la compañía pretende perfeccionar su servicio de larga distancia, investigando cómo todas las personas que vuelen esta ruta, hacen frente a las casi 20 horas en un avión.
“Lo que ya está claro es cuánto tiempo puede ahorrar. Nuestro servicio regular de una parada de Nueva York a Sídney (QF12) despegó tres horas antes de nuestro vuelo directo, pero llegamos unos minutos antes, lo que significa que ahorramos una cantidad significativa de tiempo total de viaje al no tener que parar”, declaró Alan Joyce, CEO de Qantas.
La línea aérea ofreció un servicio de cabina rediseñado, con el fin de minimizar los efectos del desfase horario luego de cruzar 15 zonas horarias y reducir la magnitud de síntomas extras. Entre éstos, destaca la iluminación, los alimentos y las actividades extras.
Qantas planea dos vuelos de investigación extra, como parte de la evaluación al Proyecto Sunrise: Londres-Sídney en noviembre y otro de NY a la capital australiana, programado para diciembre.
Señalan publicidad por encima de la ciencia
Sin embargo, varios periodistas han señalado que este vuelo sirvió más como un acto de publicidad que realmente como un estudio científico para observar el comportamiento humano en trayectos de ultra largo alcance.
“Qantas ve sus vuelo de ultra largo alcance en otra categoría, con diferencia a lo que hace Singapore Airlines todos los días (opera la ruta Singapur-Nueva York y dura 18 horas en vuelo)” señaló el periodista Will Horton, en Forbes.
Posteriormente señaló que si la aerolínea realmente hubiera querido hacer una investigación detallada, podría haber realizado el vuelo entre semana, para ver el impacto de los pasajeros en su ambiente laboral tras 19 horas de vuelo, y que, de igual forma, podría haber publicado los comentarios realizados por los investigadores de las universidades de Sídney y Monash, que estudiaron dicho vuelo.
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