![](/sites/default/files/field/image/imageCVTBYNU.jpg)
ATR decidió retrasar la entrada en servicio de su avión de nueva generación Evo, un modelo de bajas emisiones basado en un sistema de propulsión híbrido-eléctrico. La compañía, en la que Airbus y Leonardo poseen participaciones del 50%, explicó que la madurez tecnológica de los motores aún no alcanza los objetivos iniciales de desarrollo.
Daniel Cuchet, vicepresidente senior de ingeniería confirmó el 12 de febrero que la nueva fecha estimada para su lanzamiento es 2035, cinco años más tarde de lo previsto originalmente.
El concepto Evo fue presentado en 2022 con la expectativa de estar disponible en 2030. Sin embargo, tras una evaluación realizada en 2024 con fabricantes de motores, ATR determinó que el desarrollo de un motor completamente nuevo no es realista en términos de tiempo y rendimiento.
La compañía colaboró con diversos proveedores de propulsión para identificar tecnologías que reduzcan el consumo de combustible entre un 20% y un 30%, pero ninguno de los fabricantes consultados ha podido ofrecer una solución viable en el corto plazo.
Entre los proveedores consultados se encuentra Pratt & Whitney Canada, que advirtió que no sería posible desarrollar un motor de nueva generación antes de al menos 10 años. Además, la introducción de un motor completamente nuevo implicaría desafíos técnicos que afectarían la confiabilidad y operatividad para los clientes.
“Creemos que hemos tomado la decisión correcta al optar por una solución más realista y adaptada al mercado”, señaló Cuchet.
En lugar de un motor completamente nuevo, el Evo utilizará una evolución del motor actual con un sistema híbrido paralelo que permitirá reducir el consumo de combustible en un 20%. Aunque inicialmente ATR consideró varias opciones, Cuchet confirmó que ahora están trabajando exclusivamente con un proveedor de motores, cuyo nombre no fue revelado.
El aplazamiento del Evo coincide con la decisión de Airbus de posponer su programa de avión impulsado por hidrógeno ZEROe entre cinco y diez años debido a la falta de madurez tecnológica. Esta situación refleja los desafíos que enfrenta la industria aeronáutica en la transición hacia tecnologías más sostenibles, indicó FlightGlobal.
A pesar del retraso, ATR considera que esta decisión podría generar beneficios estratégicos, ya que el nuevo calendario se alinea mejor con la iniciativa europea Clean Aviation, que promueve el desarrollo de un avión regional de nueva generación con entrada en servicio en 2035.
Clean Aviation financió proyectos para tecnologías de motores híbridos-eléctricos, y ATR evalúa su posible participación en la segunda fase de esta iniciativa, que incluirá pruebas de vuelo con una plataforma ATR.
Mientras avanza con el Evo, ATR se centrará en mejorar la operatividad de su flota actual. Esto incluirá la extensión de intervalos de mantenimiento para reducir costos operativos y mejoras en la resistencia a la corrosión de componentes críticos.
“Nuestros clientes nos han pedido que nos enfoquemos en estos aspectos problemáticos y queremos asegurarnos de que nuestra flota existente siga siendo relevante en el mercado”, afirmó Nathalie Tarnaud Laude, CEO de ATR.
Por ahora, ATR descarta el desarrollo de una versión ampliada del ATR 72-600 con 90 asientos, argumentando que otros fabricantes ya cubren ese segmento con aeronaves optimizadas para vuelos de mayor alcance.
Laude también destacó la importancia de enfocar los recursos de la compañía en proyectos alcanzables, considerando su estructura relativamente pequeña con solo 1,390 empleados.
A pesar de los desafíos tecnológicos y los ajustes en su estrategia de desarrollo, ATR registró un crecimiento significativo en ventas en 2024, con 56 pedidos en comparación con 40 en 2023.
Facebook comments