La recuperación de la demanda doméstica en China se estancó aproximadamente en 45% respecto a los niveles previos a la pandemia COVID-19, pese a que los servicios aéreos en el país se reanudaron desde principios de marzo.
De acuerdo con la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la nación asiática reportó cerca de 35 mil vuelos domésticos al día, una caída considerable luego de marcar 80 mil vuelos diarios antes de que iniciara la emergencia sanitaria.
Si bien los viajeros de negocios han regresado a los cielos, el número de viajeros de turismo no ha aumentado. Esto es el resultado de una preocupación por parte de los viajeros, quienes luego de ser encuestados por la IATA, señalaron que esperarían hasta seis meses o más para volar nuevamente.
“La transmisión del virus no se ve en gran medida a estar bajo control, pero no hemos visto un retorno de los viajes aéreos”, dijo el director general de la IATA Alexandre de Juniac refiriéndose tanto a Australia y China.
Luego de la muestra, la IATA ha puntualizado que “la confianza lo es todo”, de ahí que los gobiernos requieran establecer medidas para que los viajeros retornen a sus servicios. Para ello, lleva a cabo cumbres virtuales regionales.
Un ejemplo de alerta es Australia, luego que su segunda aerolínea más grande, Virgin Australia, entró en administración voluntaria, o el equivalente de la reestructuración de bancarrota.
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