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30/11/2024

Fue suicidio; no hay más responsables por caso Germanwings

Rosa Náutica / Domingo, 13 Marzo 2016 - 22:47

El Informe final del accidente ocurrido el 24 de marzo de 2015 en los Alpes-de-Haute-Provence, Francia, determina que la colisión contra el suelo se debió “a la acción deliberada y planeada del copiloto, que decidió suicidarse mientras se encontraba solo en la cabina de mando”.

El reporte de 122 cuartillas sobre el accidente del Airbus A320-211 con matrícula D-AIPX en el que murieron 150 personas no establece ninguna responsabilidad médica por el presunto estado de crisis en que se encontraba Andreas Lubitz, el piloto de la compañía Germanwings, filial de bajo costo de Lufthansa,

El informe de la Oficina de Investigaciones y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil (BEA por sus siglas en francés) revela que sí hubo un episodio médico que llamó la atención, pero que no derivó en acciones:

Un episodio depresivo y la toma de medicación para su tratamiento retrasó la renovación del certificado médico de clase 1 del copiloto entre abril y julio de 2009”; desde julio de ese año, el certificado médico del copiloto incluía la nota: «Obsérvense las condiciones/restricciones especiales de la dispensa FRA 091/09 -REV-»

Posteriormente el certificado médico de clase 1 del copiloto fue revalidado o renovado periódicamente entre 2010 y 2014 en el AeMC de Lufthansa. Todos los AME que lo examinaron durante este periodo eran conscientes de la dispensa FRA 091/09 y del historial de depresión.

La dispensa FRA 091/09 no requería exámenes específicos periódicos a cargo de un psiquiatra ni acortaba el periodo entre dos exámenes; su último examen médico de clase 1 tuvo lugar el 28 de julio de 2014; ningún psiquiatra o psicólogo tomó parte en el proceso de revalidación/renovación del certificado médico de clase 1 del copiloto tras la inclusión de la dispensa FRA 091/09.

Sin embargo, en la parte final del informe, revelan que un médico privado había enviado al copiloto con un psicoterapeuta y psiquiatra un mes antes del accidente y le diagnosticó una posible psicosis dos semanas antes del accidente.

La investigación realizada –señala el informe- también reveló que el psiquiatra que lo trataba le prescribió medicación antidepresiva un mes antes de accidente, así como otros antidepresivos y somníferos ocho días antes del accidente.

Ninguno de estos profesionales sanitarios comunicó las implicaciones médicas aeronáuticas a las autoridades. Es posible que estos doctores percibieran que la vulneración del secreto médico presentaba más riesgos, sobre todo para ellos mismos, que omitir la notificación del estado del copiloto a las autoridades”.

Por ello, entre las recomendaciones emitidas, la BEA propone, entre otros puntos:

Que la Organización Mundial de la Salud elabore directrices a sus Estados miembros con el fin de ayudarlos a definir unas normas claras que exijan a los profesionales sanitarios informar a las autoridades pertinentes cuando sea muy probable que la salud de un determinado paciente afecte a la seguridad pública, incluyendo el caso en que el paciente se niegue a dar su consentimiento, sin riesgo legal para el profesional sanitario y salvaguardando al mismo tiempo los datos privados del paciente frente a una divulgación innecesaria. [Recomendación FRAN-2016-017]

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