la FAA está considerando la posibilidad de obligar a inspecciones en 900 unidades
Una semana después de que Boeing informara sobre dos problemas en la producción de su avión de fuselaje ancho, el B787 Dreamliner, el fabricante estadounidense dio a conocer una nueva falla, ahora en la fabricación de los estabilizadores de los 787.
De acuerdo con reportes locales, Boeing encontró que ciertos componentes de los estabilizadores de los Dreamliners fueron unidos “con más fuerza de la especificada”, lo que podría provocar espacios más grandes entre los componentes de la estructura de lo que está permitido en las especificaciones de construcción.
Boeing permite que exista un espacio entre los componentes de la estructura que tenga el tamaño del grosor de una hoja de papel, y si esto no se cumple, la estructura del estabilizador podría envejecer más rápido.
Asimismo, Jessica Kowal, portavoz de Boeing, señaló al diario The Seattle Times que ninguno de los aviones 787 Dreamliner que actualmente están en operación comercial a nivel mundial tendría un problema actualmente por el envejecimiento de los estabilizadores, por lo que no es un “tema urgente de seguridad”.
Este nuevo problema, junto con las dos fallas localizadas durante los meses pasados, ha retrasado la entrega de nuevas unidades 787 Dreamliner. Mensualmente, Boeing produce 10 nuevos 787, sin embargo, en abril sólo entregó cuatro, en mayo ninguno, tres en junio, dos en julio y cuatro en agosto.
Actualmente, la Administración Federal de Aviación (FAA) está considerando la posibilidad de obligar a inspecciones en 900 de los casi mil aviones Boeing 787 Dreamliner que la empresa estadounidense ha entregado desde 2011, luego de que se encontraran problemas con los materiales utilizados para la construcción de los fuselajes.
Esta posibilidad se da luego de que Boeing sacara de circulación ocho unidades Dreamliner, en las cuales se descubrieron fallas estructurales. Las ocho aeronaves pertenecen a siete aerolíneas: United Airlines, Air Canada, ANA, Singapore Airlines, Air Europa, Norwegian Air y Etihad Airways.
Los problemas de manufactura fueron encontrados en la unión de dos de las partes que conforman el fuselaje, en la sección 47/48, la cual está en la parte posterior de la aeronave. De acuerdo con Boeing, las partes no fueron hechas bajo sus estándares de diseño.
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