Con las proyecciones de que las aerolíneas globales transportarán un récord de cinco mil millones de pasajeros al cierre de 2024, el rápido crecimiento en el flujo de viajeros plantea un desafío operativo significativo en la gestión de estos volúmenes de manera segura y eficiente, afirmó SITA.
El proveedor líder en tecnología para la industria del transporte aéreo, asegura que no se trata solo de mover personas, sino de poner a prueba la resiliencia y adaptabilidad de las aerolíneas.
Explicó que la realidad es contundente: los sistemas de transporte aéreo actuales no fueron diseñados para manejar estos desafíos modernos ni el creciente número de viajeros.
A medida que estas cifras se disparan, las aerolíneas que dependen de procesos manuales y obsoletos enfrentan problemas que van más allá de los retrasos en los vuelos. Un servicio lento, procesos engorrosos de registro y crecientes ineficiencias operativas erosionan la satisfacción del cliente, la lealtad a la marca y, en última instancia, los ingresos.
Para las aerolíneas, esto no es solo una cuestión de inconveniencia, sino de supervivencia en una industria donde los márgenes de ganancia son extremadamente reducidos.
Es por ello, que el poder de las tecnologías biométricas –desde escaneos de huellas digitales y del iris hasta el reconocimiento facial– permite a las aerolíneas ofrecer una experiencia de viaje más simple, segura y rápida mediante soluciones de identidad digital.
Con las identidades digitales, los datos personales permanecen en manos del viajero, almacenados de manera segura en su dispositivo, no en una base de datos central, minimizando así el riesgo de fraude y uso indebido.
La tecnología biométrica da vida a esta solución, permitiendo a los viajeros avanzar por cada etapa del viaje, desde el registro y la entrega de equipaje hasta el control fronterizo y el embarque, solo con su rostro.
Para las aerolíneas, esto significa menos procesos manuales, menos errores y datos de viajeros de mejor calidad. Además, el cumplimiento de regulaciones gubernamentales se simplifica, evitando multas y costos asociados con la repatriación de pasajeros no elegibles.
Es un ganar-ganar: los viajeros disfrutan de una experiencia más fluida y sin estrés, mientras las aerolíneas obtienen ahorros significativos y mejoras operativas.
*Los sistemas antiguos frenan a las aerolíneas*
Por el contrario, los sistemas antiguos representan riesgos y costos, generando pérdidas en confianza e ingresos. Para aprovechar los avances tecnológicos, las aerolíneas deben analizar detenidamente sus procesos actuales y reconocer que los sistemas antiguos no pueden satisfacer las demandas del transporte aéreo moderno. Gestionar altos volúmenes de viajeros con tecnología desfasada no solo es ineficiente, sino también riesgoso.
Sin la agilidad necesaria para escalar y adaptarse, las aerolíneas no pueden cumplir con las expectativas de velocidad, seguridad y personalización que los clientes ahora demandan.
En un sector con márgenes tan estrechos, cada dólar ahorrado en eficiencia y cada retraso evitado son cruciales para el balance final de una aerolínea.
Según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), los ingresos globales de la aviación alcanzarán cerca de un billón de dólares este año, pero el beneficio neto será de solo unos 30 mil millones. Las identidades digitales habilitadas por biometría representan una oportunidad para optimizar operaciones, reducir costos y mejorar la experiencia del viajero.
Además, el uso de identidades digitales mejora la confianza y la lealtad de los viajeros, demostrando el compromiso de las aerolíneas con la seguridad y la eficiencia, no sólo ante los pasajeros, sino también ante los ciudadanos y las partes interesadas.
*Cómo preparar a las aerolíneas para el futuro*
No adaptarse a estas demandas cambiantes no solo es una oportunidad perdida, sino un riesgo costoso. Las aerolíneas que persisten con sistemas obsoletos se enfrentan a vulnerabilidades de seguridad, ineficiencias, costos crecientes y mayor insatisfacción del cliente.
La buena noticia es que la transición a un futuro basado en identidades digitales y biometría no tiene por qué ser abrumadora. Con SITA como socio, las aerolíneas pueden modernizarse y estar listas para prosperar en el futuro automatizado y digital.
Invertir en identidades digitales no es solo mantenerse al día con la industria, sino preparar a las aerolíneas para el éxito futuro.
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