Sergio Samaniego fue designado por Andrés Manuel López Obrador como encargado del desarrollo del proyecto para el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía (AISL).
El nombramiento se dio a conocer al término de una reunión de trabajo del equipo de transición en su sede de la colonia Roma, y fue dado a conocer por el futuro secretario de Comunicaciones y Transporte, Javier Jiménez Espriú.
“Va a hacerse cargo de todo el proyecto desde su inicio para el aeropuerto de Santa Lucía”, detalló el próximo funcionario.
Según Jiménez Espriú, la encomienda para el recién nombrado es ejecutar el proyecto en un plazo de 36 meses.
Aunque el presidente electo ha dicho que el empresario José María Riobóo no participará en las licitaciones de la obra, cabe señalar que Samaniego formó parte del equipo encabezado por el constructor que proporcionó información para justificar la viabilidad aeronáutica de Santa Lucía con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Asimismo, trascendió que Riobóo estuvo presente en la reunión y que éste presentará a López Obrador una propuesta para las obras del carril confinado que conectará ambos aeropuertos.
Relevo en GACM
Aunado a lo anterior, López Obrador determinó que Gerardo Ferrando Bravo será el nuevo director del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), en sustitución de Federico Patiño, una vez que ocurra la toma de posesión formal el 1 de diciembre próximo.
Las facultades de Ferrando Bravo abarcarán la concesión del AICM y apoyar en el inicio de la construcción del AISL. Asimismo, el nuevo directivo se encargará de revisar los contratos que se firmaron para la construcción del NAICM.
El próximo secretario de Comunicaciones y Transportes reiteró que, junto con el propuesto como secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa, y el nombrado Jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, se integrará una comisión de enlace con los contratistas e inversores del proyecto en Texcoco.
Los nombramientos se dieron 48 horas después de que López Obrador confirmara la cancelación de la obra insignia de la administración Peña Nieto, para en su lugar favorecer la construcción de dos pistas en la base militar de Santa Lucía, reforzado por la opinión del 70% de los votantes de la consulta nacional que finalizó el domingo.
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