Una política contraria afectaría al sector
Pablo Chávez Meza, enviado.
Ginebra, Suiza, 6 de diciembre.- Los últimos años han sido brutales para la planificación de las aerolíneas, como consecuencia de la baja de actividades por efecto del Covid-19, expresó Lara Maughan, Jefa de Slots de Aeropuertos globales.
Durante su presentación sobre “Slots retos para la recuperación”, la directivo explicó que los últimos años han sido brutales para la planificación de las aerolíneas.
Detalló que las exenciones de los requisitos de uso los slots han sido respuestas reglamentarias esenciales al Covid-19.
Mencionó que los aeropuertos redujeron su capacidad, ya tarde, donde, además, el espacio aéreo ruso se cerró para algunas compañías, justo cuando se planteaban reanudar sus operaciones internacionales, lo que dificultó aún más su red en Asia.
Sin embargo, las normas sobre los slots no se desactivaron, sino que siguieron operando de forma coherente y previsible en los 200 aeropuertos más congestionados del mundo durante toda la pandemia.
En el Covid sólo se desactivó un elemento del proceso de coordinación de los slots, el de la regla "úsalo o piérdelo".
A lo largo de la pandemia, la Junta Mundial de Slots Aeroportuarios (WASB, por sus siglas en inglés) ha sido fundamental para liderar la comunidad, debido a que formuló una serie de recomendaciones, políticas para gestionar los requisitos de uso de estos espacio/tiempos en los últimos tres años.
Por ello, el proceso de WASB proporciona esas normas, ya que una reforma equivocada de la política de slots causará trastornos y perjudicará a los consumidores.
La directivo dijo que muchos Gobiernos del mundo adoptaron plenamente las recomendaciones y, gracias a un restablecimiento o reducción gradual, el sector ha podido reconstruirse al ritmo que permitía la oferta y la demanda.
Maughan comentó que entre las recomendaciones destacaron el papel que el grupo desempeña para un futuro en el diseño de la política de slots, en colaboración con los aeropuertos, las aerolíneas y los coordinadores.
Añadió que uno de los problemas a los que se enfrentaron las aerolíneas, a la hora de recuperar sus rutas, fueron las restricciones del espacio aéreo relacionadas con la guerra de Rusia en Ucrania.
Indicó que las aerolíneas se vieron afectadas de forma diferente, debido a la ubicación, naturaleza de las restricciones, red existente y vuelos necesarios para redirigir.
Pero, ahora, con las normas sobre los slots casi normalizadas, éste es un buen ejemplo de por qué el WASB promueve una flexibilidad razonable para situaciones como ésta, cuando las circunstancias están fuera del control de las aerolíneas.
Indicó que estas rutas tienen que poder reconstruirse ahora que Asia está reabriéndose, pero la disponibilidad de los aviones se ve afectada por la ampliación de los tiempos de vuelo y la frecuencia de los servicios tiene que gestionarse cuidadosamente junto con el resto de la red.
Ahora, explicó, en el verano de 2023, el proceso de los slots continuará, temporada tras temporada, pero con la recuperación en marcha en casi todos los mercados, con algunos más retrasados que otros; por ello, el debate ha pasado de las exenciones de las normas de uso a la necesidad de una flexibilidad adecuada.
De esta forma, el sector lucha con vientos en contra, por lo que 2023 no será una vuelta completa a la normalidad, y se necesita flexibilidad.
La directivo señaló que el proceso de slots es fundamental para la aviación y su recuperación, por lo que los objetivos de eficiencia y sostenibilidad se apoyan con flexibilidad.
Y la reconstrucción de redes y horarios necesita certidumbre y estabilidad, subrayó.
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