
Los aeropuertos internacionales de Antananarivo y Nosy-Be en Madagascar, operados por Ravinala Airports, lograron el nivel 3 del programa Acreditación de Huella de Carbono en Aeropuertos (ACA), como parte de su estrategia para reducir las emisiones de carbono en sus operaciones y en las actividades de sus socios comerciales.
Este reconocimiento refleja la colaboración establecida con aerolíneas, servicios de asistencia en tierra y concesionarios, en un esfuerzo conjunto para disminuir el impacto ambiental en toda la cadena aeroportuaria.
Con la meta de alcanzar la neutralidad de carbono en 2030, los dos aeropuertos desarrollaron un plan de acción que incluye la recolección sistemática de datos sobre emisiones y la implementación de medidas correctivas.
La estrategia contempla también la divulgación pública de compromisos de reducción, con el objetivo de fomentar la transparencia y motivar la participación de todos los actores involucrados.
En Nosy-Be, se puso en marcha un proyecto de infraestructura de protección solar para abastecer las operaciones diurnas de la terminal con energía renovable. La instalación, con una capacidad de producción de 52 kWp, ya contribuye a la disminución de la huella de carbono.
Paralelamente, se implementaron programas de manejo de residuos y protección de la biodiversidad, en cumplimiento de estándares internacionales de sostenibilidad.
La empresa mantiene su enfoque en reforzar sus prácticas ambientales para consolidar un modelo de operación aeroportuaria alineado con los retos del cambio climático.
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