Detrás de cada vuelo, hay una serie de personas que se encargan de velar que todo salga a la perfección. Una de esas personas es el flight dispatcher.
La figura del despachador de vuelo es un enlace esencial entre la tripulación técnica y las autoridades competentes o compañías aéreas que ejercen el control de operaciones. Esta actividad abarca distintos puestos que van desde el desarrollo, hasta la planificación, pasando por el desarrollo del servicio.
El despachador comienza por realizar el análisis del vuelo en todas sus fases, desmenuza exhaustivamente distintas variables que afectan al vuelo como son las características del aeropuerto, salidas y aproximaciones, los requerimientos de slots, performance según la pista, meteorología, permisos de sobrevuelo y aterrizaje, NOTAM, combustibles u optimización y análisis de rutas. Todas las variables que se ajusten a la hora de operación para realizar un vuelo de forma eficiente y segura.
Con el escenario acotado y analizado, se procede a realizar el plan de vuelo, así como los requerimientos de combustible, handling o permisos.
En la fase de ejecución se configura el plan de vuelo definitivo, con las condiciones actuales (vientos, peso, centrado, fuel. registros y matriculación, meteorología actual y pronosticada…). Este último punto es fundamental para que el vuelo se pueda realizar.
En el momento que está todo listo, se ejecuta un briefing con el piloto para verificar que la información que se proporciona es la correcta y se ajusta a los parámetros utilizados.
Por último, cuando el avión ha despegado se hace un seguimiento del mismo, desde el origen hasta el destino, y también se asistirá a la tripulación si necesita alguna gestión en el caso de que se retrase el vuelo, slots, regulaciones o incidencias que se puedan producir.
Para todo lo que un vuelo necesita, hay una figura que te lo proporciona. Una de las aristas del triángulo de la navegación es el flight dispatcher, los ojos que velan en tierra lo que sucede en el aire.
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