Pasar al contenido principal
01/12/2024

De Puebla al espacio: el casco espacial mexicano que revoluciona la tecnología espacial

Carlos Duarte / Martes, 6 Febrero 2024 - 01:00

La exploración del espacio ha sido una de las grandes aventuras de la humanidad, pero también una fuente de importantes beneficios para la vida cotidiana. Muchos de los avances tecnológicos que usamos en nuestro día a día tienen su origen en la investigación y el desarrollo espacial, como los satélites, el GPS, el internet, los celulares, los microondas, las cámaras digitales y los paneles solares, entre otros.

Uno de estos desarrollos espaciales que promete tener un gran impacto en la sociedad es el casco espacial diseñado por un equipo de investigadores de la Benemérita Universidad Autónoma del Estado de Puebla (BUAP) liderados por el Dr. Enrique Soto Eguibar, distinguido investigador de fisiología, en colaboración con el Dr. Vladimir Aleksandrov Vasilevich e investigadores de la Universidad Estatal M. V. Lomonósov de Moscú. El casco espacial es un dispositivo que sirve para auxiliar a los astronautas cuando se encuentran en ambientes de microgravedad debido a que pierden el equilibrio y les es difícil enfocar la vista porque su aparato vestibular no funciona correctamente.

El aparato vestibular es el conjunto de órganos sensoriales ubicados en el oído interno que nos permiten percibir el movimiento y la orientación de nuestro cuerpo en el espacio. Cuando estamos en condiciones normales de gravedad, el aparato vestibular nos ayuda a mantener la estabilidad postural, la coordinación motora y la mirada fija. Sin embargo, cuando estamos en condiciones de microgravedad, como ocurre al estar en una órbita en el  espacio exterior, el aparato vestibular se desorienta y envía señales erróneas al cerebro, lo que provoca mareos, náuseas, vértigo y pérdida de la noción espacial.

Para solucionar este problema, los investigadores de la BUAP desarrollaron un casco que contiene sensores de aceleración angular que registran los movimientos de la cabeza del astronauta e inyectan una corriente al cerebro a través de electrodos conectados al cráneo para corregir la situación y así lograr que los astronautas operen correctamente en ambientes de microgravedad. El dispositivo ya obtuvo una patente en Estados Unidos y se puede emplear en aplicaciones fuera del espacio, como ayudar a los adultos mayores a conservar el equilibrio y así evitar caídas que pueden ocasionarles serios daños e inclusive hacerles perder la vida.

Este desarrollo es un ejemplo del valor que tiene la investigación espacial para mejorar la calidad de vida de las personas en la Tierra. Además, es una muestra del aporte que hace México a la tecnología espacial y del valor de la cooperación internacional para el desarrollo espacial. Los investigadores de la BUAP han trabajado durante más de 30 años en el estudio del sistema vestibular y han colaborado con científicos rusos para convertir su investigación básica en aplicaciones tecnológicas aeroespaciales. Se espera que este año al menos un cosmonauta utilice el casco espacial en la Estación Espacial Internacional.

El casco espacial de la BUAP es un motivo de orgullo para México y una oportunidad para impulsar el interés por la ciencia y la tecnología espaciales entre las nuevas generaciones. También es una invitación a reflexionar sobre los beneficios que nos brinda el espacio y a apoyar las iniciativas que buscan explorarlo y aprovecharlo para el bienestar de la humanidad.

*“Los  artículos firmados  son  responsabilidad  exclusiva  de  sus  autores  y  pueden  o  no reflejar  el  criterio  de  A21”*

 

Facebook comments