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30/11/2024

Drones como armas terroristas: ¡hay que hacer algo!

Luis Salazar Brehm / Jueves, 23 Julio 2020 - 19:33

Es motivo de preocupación el uso cada vez más frecuente de drones para cometer actos ilícitos y/o terroristas. Destaca cómo el Estado Islámico los ha usado en Siria y Libia. Sin embargo México y Estados Unidos no han estado exentos de actos de esa naturaleza. 

Aquí sólo tres ejemplos: 

1. Enero 2015. Un dron cargado con tres kilos de crystal cayó en el estacionamiento de un centro comercial en Tijuana cercano a la frontera con Estados Unidos.

2. Octubre de 2017. la Policía Federal capturó en Salamanca, Guanajuato, a cuatro hombres en posesión de un dron con una carga de material explosivo y detonador remoto.

3. Junio de 2019. Un hombre fue arrestado en Pensilvania por arrojar explosivos desde un dron hacia casa de su ex novia. 

Estos son sólo tres ejemplos, de este lado del mundo, que ilustran su amenaza y los problemas que plantean a las autoridades. 

La región de Medio Oriente y África del Norte fue donde comenzó el uso de drones comerciales para propósitos ilícitos. Es esencial utilizar la experiencia adquirida en esa región del mundo para encontrar soluciones que contrarresten una amenaza que está siendo explotada por organizaciones criminales, que se basan en el hecho de que es económicamente ineficiente para los países contrarrestar las acciónes criminales basadas en el uso de aviones no tripulados baratos, pequeños y con grandes capacidades tecnológicas. 

Como siempre sucede con las tecnologías disruptivas, las autoridades inicialmente lucharán para ponerse al día y regular el espacio aéreo, por así decirlo. 

El atractivo de los drones comerciales para los entusiastas: disponibilidad, bajo costo, fácil de usar sin casi ningún conocimiento o entrenamiento previo, precisión que ofrece la tecnología inalámbrica, navegación por satélite, cámaras de alta definición a bordo y sensores autónomos para evitar obstáculos, son precisamente las capacidades que entusiasmarán a quien pretende usarlo de manera ilícita. 

Aprender cómo Arabia Saudita, EU o Rusia están contrarrestando la amenaza de los drones es una ventaja que no debe subestimarse. Desafortunadamente, no existe una solución única para todas las contramedidas hacia los drones. 

El proceso que implica reducir la amenaza de los drones consiste básicamente en: detección, identificación, seguimiento y mitigación. Pero los medios deben adaptarse a situaciones y condiciones específicas. 

A modo de ejemplo, un aeropuerto necesita una combinación de sistemas de contraataque fijos y móviles para cubrir un área amplia, mientras que una operación antidrogas necesita capacidades forenses específicas para localizar a los culpables y ejecutar acciones legales. 

El primer paso en la detección de drones, debido a su pequeño tamaño y su baja velocidad a baja altitud, requiere diferentes capas de radares, radiofrecuencias y sensores acústicos, así como cámara electroóptica e infrarroja. Es un esfuerzo costoso y, a veces, las autoridades tienen menos de un minuto para decidir qué medidas tomar.

Saturar la frecuencia de radio empleadas por un dron para deshabilitar su conexión con un operador remoto no siempre es una opción por varias razones. Entre estos está que los drones pueden volar en modo piloto automático, por lo que cortar la conexión entre la aeronave y su controlador puede no ser efectivo. El uso de bloqueadores de grado militar en áreas densamente pobladas también puede crear interrupciones en las redes de comunicación móvil o WiFi. 

El uso de opciones físicas para derribar un avión no tripulado, es difícil y también presenta una posible amenaza para la comunidad, especialmente si el avión no tripulado está volando sobre áreas densamente pobladas. Recientemente, los láseres y las armas de microondas han mostrado resultados prometedores, pero todavía están en la fase de prueba. 

En una de las primera lección que Medio Oriente está ofreciendo al mundo, muestra que los ataques con aviones no tripulados pequeños a infraestructura crítica de Líbano hacia Yemen han demostrado cómo las defensas antiaéreas convencionales, construidas para interceptar misiles de alta velocidad o identificar otras amenazas aéreas como aviones, son incapaces de detectar intrusos más pequeños como drones pequeños. 

Las soluciones requieren nuevos equipos, como cámaras infrarrojas con un campo de visión angosto, pero más preciso, para detectar objetos más pequeños y diferenciar los drones de las aves. Estas tecnologías de contraataque ya se están moviendo del campo de batalla al campo civil. 

Una segunda lección es que las contramedidas deben ser prácticas en paralelo con un conjunto de regulaciones avanzadas para registrar drones comerciales y requisitos de que los drones cuenten con sistemas de identificación remota.

Volar aviones no tripulados registrados no solo permite un trabajo forense más rápido, sino que también sienta las bases para un futuro mecanismo activo de categorización entre dones “amigos” o “ potenciales enemigos”, que permitirá el seguimiento en tiempo real. 

Una asociación público-privada en esta área puede proporcionar soluciones ágiles utilizando equipos listos para usar, insumos comerciales vitales sobre regulación y ahorro de costos en pro de la seguridad.

Conoce el mapa de aeródromos y helipuertos en México, importante para la operación segura de drones en nuestro país.

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