La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) desarrolla un programa innovador para fortalecer las operaciones de combate de incendios forestales, especialmente en misiones nocturnas y en aquellas que requieren la coordinación de múltiples aeronaves.
Como parte de esta iniciativa, la agencia espacial ha probado tecnologías que permitirán la operación remota de drones y helicópteros equipados con sistemas autónomos, facilitando la supervisión y respuesta ante incendios durante las 24 horas del día, incluso en entornos con baja visibilidad.
Este avance busca mejorar la seguridad y eficiencia en el combate de incendios, al proporcionar herramientas avanzadas para la detección y mitigación temprana de siniestros, reduciendo riesgos para los equipos en tierra.
Al combatir los incendios forestales, las aeronaves, tripuladas o no, solo pueden hacerlo de manera eficiente y segura al tener la visibilidad clara, de lo contrario corren el riesgo de chocar entre ellas o contra el terreno.
Para enfrentar esta limitante, la NASA desarrolla una tecnología de gestión de espacio, lo que permitirá a drones y aeronaves operar de noche o entre el humo, ampliando de esta manera el tiempo y eficiencia del combate contra el desastre.
Durante el último año, investigadores del proyecto Capacidades Avanzadas para Operaciones de Respuesta a Emergencias (ACERO) de la Dirección de Investigación Aeronáutica de la NASA, han trabajado en un sistema portátil de gestión de espacio aéreo (PAMS), el cual ayuda a los pilotos de drones a gestionar operaciones que requieran diferentes unidades y también la presencia de otras aeronaves.
Cada PAMS, que tiene el tamaño de una maleta de mano, cuenta con una computadora de gestión de tránsito aéreo, un radio para compartir información entre las diferentes unidades y un receptor para captar otros dispositivos voladores.
El software permite a los pilotos de drones que estos eviten colisiones durante las operaciones aéreas, esto al monitorear y compartir los planes de vuelo con otras aeronaves en la red. El sistema también proporciona información sobre la ubicación del incendio y el clima.
Durante las pruebas en el Centro de Investigación Ames de la NASA, en Silicon Valley, California, los investigadores colocaron tres unidades diferentes fuera de su línea de visión entre sí, para después ingresar un plan de vuelo en el sistema y comprobar que cada unidad compartió los planes con las otras dos.
Otra de las pruebas, ahora en Virginia, consistió en colocar en un dron de despegue y aterrizaje vertical de largo alcance una cámara, computadora, una red en malla y un receptor de supervisión automática por radiodifusión (ADS-B) para la información del tránsito aéreo.
Posteriormente, los investigadores lo echaron a volar junto a otros dos drones más pequeños deliberadamente fuera de la línea de visión entre ellos, atestiguando que la red del más grande se conectó con los de menor tamaño, además de múltiples unidades de radio en tierra.
“Estas pruebas son un paso significativo para mejorar la coordinación aérea durante un incendio forestal y reducirán los impactos de los grandes incendios forestales y salvarán más vidas”, dijo Min Xue, director de la Oficina de Investigación en Ciencias Computacionales de la Tierra de Ames (ACERO).
Para 2025, el equipo realizará una evaluación de vuelo para madurar aún más estas tecnologías para incendios forestales. En última instancia, el proyecto tiene como objetivo transferir esta tecnología a la comunidad de lucha contra incendios.
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