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Médicos de combate de la Guardia Nacional de Oregon, en Estados Unidos, incluyeron por primera vez en su rutina final de entrenamiento para operaciones a gran escala la entrega de suministros mediante drones.
“Estamos haciendo la transición de la forma en que combatíamos en la guerra global contra el terrorismo”, dijo el Sargento de Primera Clase John Lee, del destacamento médico del 249º Instituto Regional de Entrenamiento (RTI).
“No siempre tendremos la evacuación médica a una hora de distancia. Es posible que tengamos que viajar hasta ella o usar transporte terrestre para llegar a un punto de intercambio de ambulancias antes de poder llevar al herido a un nivel superior de atención médica”.
El curso de dos semanas incluye instrucción en el aula, ejercicios de trauma médico y pruebas, culminando con un ejercicio de entrenamiento en el campo que combina todas las habilidades aprendidas. El entrenamiento de este año contó con drones especializados para la entrega de suministros médicos.
Los médicos de combate deben certificarse cada dos años, lo que hace que el entrenamiento realista sea crucial para mantener sus habilidades de salvamento. El curso comienza con principios médicos fundamentales y luego avanza hacia escenarios más complejos.
“Empezamos en un nivel básico y vamos mejorando sus habilidades. No podemos saber cuánto tiempo han pasado sin practicar medicina en esos dos años, así que necesitamos quitarles el óxido”, explicó Lee.
Los instructores del curso crean escenarios de alto estrés que imitan las condiciones de combate en el campo de batalla, desafiando a los médicos a tomar decisiones críticas bajo presión.
El entrenamiento enfatiza la importancia de la adaptabilidad y la ingeniosidad en entornos hostiles, donde los métodos tradicionales de evacuación médica pueden verse comprometidos.
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