Ginebra, Suiza.- La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) alertó que aunque los volúmenes de SAF están aumentando, lo hacen de forma “decepcionantemente” lenta.
“Los Gobiernos están enviando señales contradictorias a las compañías petroleras, que siguen recibiendo subsidios para su exploración y producción de petróleo y gas fósiles. Y los inversores en productores de combustibles de nueva generación parecen estar esperando garantías de dinero fácil antes de ir a toda máquina.
“Dado que las aerolíneas, el núcleo de la cadena de valor, obtienen solo un margen neto de 3.6%, las expectativas de rentabilidad para los inversores de SAF deben ser lentas y constantes, no rápidas y furiosas.
“Pero no nos engañemos: las aerolíneas están ansiosas por comprar SAF y los inversores y las empresas que ven el futuro a largo plazo de la descarbonización pueden ganar dinero”, expresó Willie Walsh, director general de la IATA.
El directivo añadió que los gobiernos pueden acelerar el progreso de SAF eliminando los subsidios a la producción de combustibles fósiles y reemplazándolos con incentivos estratégicos de producción y políticas claras que respalden un futuro basado en energías renovables, incluido el SAF.
En reunión con medios, Walsh dijo que en 2024 los volúmenes de producción de SAF alcanzaron un millón de toneladas (mil 300 millones de litros), el doble de los 0.5 millones de toneladas (600 millones de litros) producidos en 2023.
El SAF representó 0.3% de la producción mundial de combustible para aviones y 11% del combustible renovable mundial; esto estuvo significativamente por debajo de las estimaciones anteriores que proyectaban una producción de SAF, en 2024, de 1.5 millones de toneladas (1.9 mil millones de litros), ya que las principales instalaciones de producción de SAF en los Estados Unidos han retrasado su aumento de producción hasta la primera mitad de 2025.
Por ello, el director general de la IATA consideró que para 2025, la producción de SAF alcance los 2.1 millones de toneladas (2.7 mil millones de litros), o el 0.7% de la producción total de combustible para aviones y 13% de la capacidad mundial de combustible renovable.
La aviación es parte de la transición energética global
“La descarbonización de la industria aérea debe verse como parte de la transición energética global, no compartimentada como una cuestión de transporte. Esto se debe a que resolver el desafío de la transición energética para la aviación, también beneficiará a la economía en general, ya que las refinerías de combustible renovable producirán una amplia gama de combustibles utilizados por otras industrias, y solo una pequeña parte será SAF, utilizado por las aerolíneas.
“Necesitamos que todo el mundo produzca la mayor cantidad posible de energía renovable para todos. Las aerolíneas simplemente quieren acceder a su parte justa de esa producción”, dijo Marie Owens Thomsen, vicepresidenta sénior de Sostenibilidad y economista jefe de la IATA.
Según los análisis de la IATA, para alcanzar cero emisiones netas de carbono (CO2) en 2050 se necesitarán entre 3 mil y más de 6 mil 500 nuevas plantas de combustibles renovables, que también producirán diésel renovable y otros combustibles para otras industrias.
El gasto de capital anual medio necesario para construir las nuevas instalaciones durante el período de 30 años es de unos 128 mil millones de dólares al año, en el mejor de los casos.
Es importante destacar que esta cantidad es significativamente inferior a la suma total estimada de inversiones en los mercados de energía solar y eólica, de 280 mil millones de dólares al año entre 2004 y 2022, dijo.
“Los Gobiernos deben ofrecer rápidamente incentivos políticos concretos para acelerar rápidamente la producción de energía renovable. Ya existe un modelo a seguir con la transición a la energía eólica y solar. La buena noticia es que la transición energética, que incluye la energía solar y eólica, necesitará menos de la mitad de las inversiones anuales que se requieren para lograr la producción eólica y solar a gran escala”, aseveró Walsh.
Medidas a corto plazo
El progreso en la expansión de la producción y el uso de SAF podría acelerarse de tres maneras fundamentales, el aumentar el coprocesamiento: las refinerías existentes pueden utilizarse para coprocesar hasta 5% de materias primas renovables aprobadas junto con los flujos de petróleo crudo.
Esta solución se puede implementar rápidamente y requiere inversiones mínimas en materiales. Debería ampliarse urgentemente permitiendo que se coprocese una mayor cantidad de materias primas renovables, dijo.
Para 2050, el coprocesamiento podría ahorrar 347 mil millones de dólares en gastos de capital, ya que no sería necesario construir más de 260 nuevas plantas de combustibles renovables.
Añadió que se debe diversificar la producción de SAF, pues existen 11 vías certificadas para producir SAF, pero el método HEFA (ésteres de ácidos grasos hidrotratados o aceite de cocina usado, grasas animales, etc.) representa alrededor de 80% de la producción en los próximos cinco años.
Según señaló la IATA, los volúmenes de SAF podrían impulsarse aumentando las inversiones para incrementar la producción a través de otras vías certificadas, en particular Alcohol-to-Jet (AtJ) y Fischer-Tropsch (FT), que utilizan desechos y residuos biológicos y agrícolas.
Además, hay que crear un marco de contabilidad global para el combustible SAF, es esencial contar con un registro que permita a las aerolíneas beneficiarse de los atributos ambientales de sus compras de combustible SAF y poder reclamarlos como parte de sus obligaciones de una manera transparente que evite la doble contabilización.
Este registro, añadió, es necesario para lograr un mercado global de combustible SAF en el que todas las aerolíneas puedan comprar este combustible y todos los productores del combustible puedan venderlo a las aerolíneas.
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